De Weimar a Taxco · 100 años de diseño
La historia de la Bauhaus, como en la ópera, el teatro, o las sinfonías clásicas, tuvo un preludio y tres actos; una trama de intrigas y un desenlace trágico –wagneriano– parecido al ocaso de los dioses.
Antonio Toca Fernández
El pasado 1º de abril de 2019 se conmemoró el centenario de la fundación de la icónica escuela multidisciplinar en la ciudad de Weimar, Estado de Thüringen, Alemania, conocida como Staatliches Bauhaus, un espacio académico innovador e idealista, visionario en sus intereses y siempre acosado por sus convicciones políticas, a tal grado que fue obligada a trasladarse a tres diversas sedes durante su existencia: Dessau, en Sachsen Anhalt como su segunda y más reconocida estación, y para culminar su existencia en Berlín, Brandenburg.

En 1919 el arquitecto Walter Gropius fue designado como responsable de esta escuela, fundamentalmente destinada a la enseñanza de la arquitectura, tuvo diversas áreas del conocimiento por las que transitó experimentado la formalidad, y llevó un paso más adelante tanto a la apariencia, como los materiales.
Entre las diversas disciplinas que se impartían en la Bauhaus se encuentran: encuadernación e impresión gráfica, textil, carpintería, pintura en vidrio, alfarería, fotografía, diseño de mobiliario y escenográfico, etcétera.
El eje imaginario que une Weimar con Taxco sitúa a este último en un extremo geográfico y temporal muy distante, pero si pensamos en Weimar como la cuna de la escuela de diseño más influyente en los últimos 100 años y hacemos un trazado desde sus planteamientos pedagógicos, estéticos y formales con la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM en Taxco, encontraremos vasos comunicantes en sus planes y programas académicos que recogen o provienen de aquella escuela alemana.
Para conmemorar este suceso, en la FAD Taxco de la UNAM hemos preparado una serie de eventos: conferencias, talleres y conciertos a lo largo del presente año. Esta serie dio inicio justamente el pasado 1º de abril con el concierto “Afuera | Desde | Borroso” interpretado por el artista sonoro Julián Gómez.